Imagino que sí.
<object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Bft0U6aquZg?fs=1&hl=es_ES"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/Bft0U6aquZg?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>
Cuando escuchamos a un periodista, por ejemplo, aunque no lo diga explícitamente sabemos de que tendencia es; el presidente debió hacer lo mismo. Todos imaginábamos que su candidata para ganar era Trinidad Jiménez debido a la relación laboral y personal que existe entre ellos, pero no debió mostrarlo tan claramente.
Trinidad Jimenez, una de las candidatas
Este error le ha costado caro al presidente y es que la “derrota” de Jiménez es asociada directamente a una “derrota” de Zapatero. En las primarias de un partido no se puede permitir el hablar de ganadores y perdedores, siempre hay un ganador y es EL PARTIDO. Si los militantes que son el verdadero espíritu de un partido político toman una decisión, esa decisión va a misa; esa elección es la mejor. En este caso, Tomás Gómez era el mejor candidato.
Por lo tanto, un fallo el que cometió el presidente al posicionarse y también un error el de los que hacen la distinción entre ganadores y perdedores dentro de un mismo partido. En fin así es la política de este país y el morbo es lo que manda. Quizás este morbo sea uno de los causantes de la mala salud de la política española… El tiempo lo dirá.
Sin duda actuar como expones es lo más prudente para un político. Supongo que la intención de Zapatero al pronunciarse por Jiménez era influir directamente en el resultado de las primarias, pero los militantes poseen su propio criterio. Veremos qué consecuencias tiene esto a medio plazo para el partido socialista.
ResponderEliminar